Hace meses que el riesgo país de la Argentina conoce un solo camino: hacia arriba. Los efectos positivos del canje de deuda, completado en septiembre de 2020, parecen haberse disipado entre algunos factores externos y las señales que emana la política local. Así, el indicador que en aquel momento había caído a los 900 puntos, ahora supera los 1600 y está entre los peores de América Latina.
No es un escenario ajeno para la Argentina, un país que acumula nueve defaults en su historia y proyecta este año rebotar luego de tres años de recesión. Si bien hay números que reflejan la recuperación de algunos sectores, el panorama financiero dibuja un escenario de castigo para la economía local, muy por encima de sus vecinos, con un acceso cerrado al mercado de crédito.
Porque si bien la suba en la tasa de interés a 10 años en los Estados Unidos impacta negativamente en los países emergentes, como los de América Latina, las condiciones macroeconómicas locales, con cepo cambiario, incertidumbre sobre la evolución de la inflación y las pautas de déficit fiscal, y el estancamiento en la negociación con el FMI, profundizan el panorama negativo para los mercados financieros.
El riesgo país, el indicador que elabora el JP Morgan y marca el diferencial de riesgo de los títulos de deuda que emite cada estado, subió y llegó a los 1647 puntos en el caso argentino. Esa escalada es consecuencia del desplome del valor de los bonos locales, cuyos rendimientos rondan el 20%.
Así, la Argentina muestra hoy un riesgo que quintuplica al de Brasil, septuplica al de Paraguay y es 10 veces superior al de países como Chile o Uruguay.
En la región, solo es superado por Venezuela, sumido hace años en una profunda crisis política, económica y social, cuyo riesgo país supera los 25.000 puntos.
Los números al 8 de marzo marcan que Chile (147 puntos), Uruguay (160) y Perú (185) son los de mejor puntaje de la región. Esto implica que estos países pueden tomar deuda en los mercados a menores tasas de interés. Así, Perú emitió la semana pasada bonos hasta 30 años con tasas de entre el 2% y el 4%, mientras que Chile hizo lo propio con dos emisiones a 10 y 40 años con tasas del 2% y el 3,1%.
También por debajo de la Argentina se ubican Paraguay (237), Brasil (302), México (384) y Bolivia (518). El país que completa el trío de aquellos con riesgo país superior a los 1000 puntos es Ecuador (1369).
Denominador común
Más allá de la foto y las disparidades que muestran los distintos contextos macroeconómicos y financieros de cada país, hay una tendencia común a toda la región, y es la suba del riesgo país en lo que va de 2021.
Más allá de las particularidades de la Argentina, que entre factores externos y sus propias condiciones registra un alza de 16% en el año, la suba en el riesgo país se verifica en todos los países de la región (40% en Perú, 18% en Uruguay, 20% en Brasil, 21% en Colombia, 11% en Paraguay y 2% en Chile)
De acuerdo con Matías Rajnerman, economista jefe de la consultora Ecolatina, esta tendencia está vinculada con la incertidumbre en cuanto a la continuidad de las políticas monetarias expansivas en los Estados Unidos. “Eso genera un ‘flight to quality’, que los capitales fluyan desde los países emergentes a los países centrales, que pagan menos interés pero tienen menos riesgo”, explica el analista.
“Si la economía de Estados Unidos se recupera más rápido de lo previsto y se acelera la inflación, y la Fed endurece su política más rápido, la situación de los emergentes se complica un poco. Ese ‘sell-off’ de títulos de emergentes en América Latina baja el precio de los bonos y, en consecuencia, sube el riesgo país”, concluye Rajnerman.
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