La actriz brindó detalles sobre cómo será su papel interpretando a una prostituta que sufre “violaciones constantes” en la esperada serie española de Netflix.
Lali Espósito (29) interpretará a Wendy, una prostituta que trabaja en un burdel en la serie Sky Rojo, que se estrena el 19 de marzo en Netflix, y brindó detalles sobre cómo fue el rodaje de escenas de alto voltaje así como de violencia explícita.
Los creadores de La Casa de Papel (Álex Pina y Esther Martínez Lobato) llegan con una nueva propuesta fílmica que promete contar la historia de tres mujeres que intentan recuperar su libertad escapando del Club de Novias, el lugar donde están presas para ofrecer sus servicios sexuales.
Si bien la temática de trasfondo es la trata de personas, los guionistas recurrirán a grandes dosis de acción, humor negro y adrenalina, para narrar dicha historia que ya cuenta con dos temporadas confirmadas en la plataforma de streaming. La primera entrega cuenta con 8 episodios de 25 minutos.
-¿Habrá escenas muy fuertes y de incomodidad para tu personaje?
-Sí. Hot no es nada, es horrible. Es visualmente maravilloso, fílmicamente. Pero hot no, fue heavy.
-¿Y cómo fue llevar adelante el armado de un momento así y al mismo tiempo que haya tanta gente detrás en el back?
- Cuando todos empezamos a hacer esta serie, todo el mundo sabía perfectamente a la locura a la que nos estábamos entregando en cierta manera porque es una serie muy compleja no sólo por lo que cuenta sino porque fílmicamente es compleja. Visualmente tiene una propuesta muy grande, entonces era un equipo técnico gigante y todos estábamos súper conscientes de lo que estábamos contando. De estas violaciones constantes que suceden en este Club, todas las escenas que son las fuertes para nosotras, de mucha exposición física y emocional. La verdad es que era un equipo que sabía lo que estaba haciendo entonces había un nivel de consciencia todo el tiempo en set, de que todo sea cuidado y todo sea agradable, que hizo que nosotras podamos abordar esas escenas con más tranquilidad. Siempre se reduce el equipo cuando hay cierta complejidad emocional en las escenas y bueno fue muy “lindo” -hace señas entre comillas- digamos, sentir a todo ese equipo tan familia, tan concentrados en que vos te sientas bien como actriz y como mujer, entonces la verdad es que dentro de lo complejo que fue, fue una linda experiencia poder hacer esas escenas con ese equipo.
- ¿Quién es Wendy y qué puntos en común encontrás entre tu personaje y tu personalidad?
-Wendy es otra vida (diferente a la mía). La verdad no hice el ejercicio de la comparativa conmigo porque estás al servicio de la historia de ese personaje, de ese guión, pero sí hay algo que es verdad y es que Wendy al ser una chica de un barrio humilde (la Villa 31) se va con muy pocas posibilidades de tener algo en su vida, se va pensando que siendo prostituta puede juntar cierta cantidad de dinero para poder sacar a su amor y a su familia de la situación de estar en ahí. Pero como tantas otras mujeres queda presa en este Club y se transforma en una víctima de trata sin poder de elección, siendo una esclava sexual, al igual que el personaje de Yany Prado y de Vero (Sánchez), quienes son mis amigas y mis compañeras en la serie, y otras actrices increíbles que interpretan a varias de estas mujeres adentro de este Club.
-A la hora de interpretarlo, ¿qué cuota de tu personalidad hay dentro de ese personaje?
-Hay algo lindo de contar que es que Wendy, a priori para Álex Pina, para los guionistas, no era argentina. Estaban pensando en alguien de Colombia y que el personaje sea un colombiana y en el proceso de pruebas y de casting, yo termino siendo elegida, bueno ahí modifican a que el personaje sea, por ende, de Argentina. Y en ese momento pude, muy humildemente aportar a los guionistas, datos, formas, modismos y es ahí donde yo, Lali, pude, un poco moldear a Wendy según mi visión de una chica, que uno puede conocer, nosotros somos de acá y obviamente sabemos perfectamente cómo se desenvuelven las cosas en los barrios. Entonces, darle esos códigos a Wendy fue un poquito de Lali, si se quiere.
- ¿Cómo fue trabajar con los creadores de La casa de papel, que fue un éxito mundial? ¿Veías esa serie y te identificabas con algún personaje en su momento?
- No, no me identificaba con nadie. Con Tokio un poco, con mi amiga Úrsula (sonríe con mirada cómplice) pero porque es medio así “personash”. Me encanta ese personaje protagónico, me parece una heroína increíble, Tokio, pero sí disfruté La casa de papel como todo el puto mundo entero. Ese éxito tan enorme que tiene que ver con la propuesta de Álex (Pina) y de Esther (Martínez Lobato), y de todos los guionistas que siempre son propuestas que no se quedan con lo que había que hacer, con lo obvio. Son personajes muy complejos, son personajes en 4D, tienen mil caras los personajes que ellos imaginan y que escriben. Nuestros personajes en la serie, los de La casa de papel, siempre te das cuenta que hay algo distinto ahí. No es un personaje: el bueno, el malo, el alto, el bajo, no. Ellos siempre tienen un nivel de complejidad para darle una profundidad a lo que hacen que me parece admirable y Sky (Rojo) no es la excepción, pasa mucho eso.
-Claro, ¿y en el momento en el que te llegó la propuesta, qué fue lo que a vos te determinó para decir “Sí, acepto” teniendo un tema tan complejo detrás como lo es la trata de personas?
-Eso. A mí me emocionó la valentía de hacer algo desde el mundo del mainstream sobre este tema porque siempre cuando queremos hablar de esto, que son pocas veces desde el mundo de la ficción por lo menos, es como que siempre hay que ir a verlo a un documental, hay que ir a verlo en cositas pequeñitas, no lo digo como algo negativo, sino como no llega a tantas casas, no llega a tantos oídos, ¿no? Y el tema de la trata de mujeres está ahí, está a la vuelta de mi casa, en la esquina, en el club, está acá sobre la ruta. Eso pasa todo el tiempo. Entonces a mí, me fascinó tener la oportunidad como actriz y como mujer de participar de algo que tiene la intención de llegar al mundo entero, si se pudiera, hablando de esto. Y eso me parece precioso. También que no buscan adoctrinar, ellos buscan hablar de esto y lo hacen desde la aventura, el entretenimiento, el humor negro, pero están hablando de esto y eso me parece lo más loable de todo, que dije: “Yo tengo que estar ahí como sea”. Me pareció un privilegio.
-¿Cómo fue la experiencia de grabar en España?
-Preciosa, dentro del contexto extraño, en un año pandémico e inesperado para todos. Precioso, me refiero a una cuestión individualista si se quiere, de estar sola en otro lado y de conocer gente, de laburar, que fue básicamente lo que hice todo el año, laburar en esta serie tan divertida de hacer y tan particular donde me hice amigos maravillosos. Y bueno, después la vida real, volviendo a casa después de laburar era lo que era, lo que fue para todos nosotros, un poco extraña y eso fue lo que invitó un poco a todos a que hagamos una gran introspección si se quiere de nuestra vida, que analicemos ciertas cosas y entonces yo tuve doble introspección: estar en otro lado sola y la pandemia, ¿no? Bueno, me pareció un año interesante en ese sentido. Me vino bien, más allá del drama que nadie hubiera elegido que nos suceda.
JA.
FUENTE: clarin.com
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