Agostina Anido asegura que la especialista se obsesionó con ella. La denuncia por acoso sexual, extorsión y amenazas no fue tomada en serio por la justicia.
Agostina Anido, una joven de 25 años oriunda de San Isidro, denunció a la psicóloga con la que tomaba sesiones de terapia de haber sufrido acoso sexual, extorsión y amenazas de muerte.
Anido, quien denuncia ser hostigada y perseguida por Noelia Zeoli (35), vecina de Villa Ballester (San Martín), hizo público el calvario que viene atravesando desde hace unos meses, cuando -según su declaración- la profesional de la salud mental comenzó a mostrar comportamientos extraños que derivaron en el distanciamiento de su paciente.
Según la denunciante, Zeoli “se hace llamar Noelia Lugones Díaz, quien es docente en una escuela secundaria”. Una compañera de la facultad fue el nexo entre las dos, y al enterarse que la mujer ejercía además como profesional de la salud mental, decidió empezar a tomar sesiones con ella.
"Era muy agresiva, invasiva y controladora. Me llamaba a cualquier hora y me exigía que le diga dónde estaba y qué estaba haciendo. También me mandó fotos y videos obscenos, y audios subidos de tono", contó la joven.
"En una de las sesiones por Zoom, vi que tenía 56 fotos mías guardadas en su computadora que sacó de mis redes sociales", agregó.
Esas circunstancias fueron motivo suficiente para que Anido resolviera dar por finalizadas las sesiones al cabo de aproximadamente cinco meses, sin tener conocimiento que la reacción de la psicóloga sería aún más hostil.
”Ella enloqueció, tuvimos una conversación telefónica, me agredió a mí y a mi mamá. La bloqueé de todas las redes y comenzaron las amenazas y extorsiones a mí y a mi familia”, relató.
En algunos audios que se encuentran en la causa se puede escuchar como la profesional amenazó y extorsiona a la joven. "Se apareció varias veces en mi domicilio con un cuchillo", relató la ahora ex paciente.
Si bien actualmente el caso está a cargo de la Fiscalía Oeste de Vicente López y del Juzgado de San Isidro, Anido reveló que ni en la Comisaría de la Mujer de Olivos ni en la de Munro quisieron tomarle la correspondiente denuncia por tratarse de un "asunto de pares, porque ella es mujer". Finalmente, en Carapachay sí consiguió asentar el episodio.
Cabe destacar que con la viralización del caso, que tuvo mucha relevancia a través de Facebook e Instagram, también se conocieron dos casos más de mujeres que dijeron haber sido amenazadas por la profesional.
FUENTE:
diariopopular.com
NA
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