Entrevista a Francisco Aguilar, titular del Comité Operativo de Emergencia.
Como un gladiadador que vuelve al Coliseo a enfrentar otra batalla, Francisco Aguilar retoma la conducción del Comité Operativo de Emergencia (COE) luego de alejarse hace meses con la promesa de un pronto retorno si la situación así lo merituaba. Tal parece que ese vaticinio se cumple con asombroso pronóstico y es así que Aguilar asume nuevamente la conducción en pandemia con premisas tal vez un poco más claras que la vez anterior cuando los efectos de la COVID-19 planteaban un panorama sombrío y desconocido en la salud de la población. Las coincidencias en su retorno tampoco son casuales. Aguilar asumió la primera vez al frente del COE a mediados de septiembre del año pasado, cuando los picos de la primera ola inundaban de angustia a toda la provincia, con el salto en el número de contagios y víctimas fatales, el colapso en el sistema sanitario y en el medio de un tormenta política que ya había dejado en el camino a la exministra de Salud, Josefina Medrano. Aguilar se alejó del cargo a fines de diciembre con el compromiso de volver “en caso de que lo necesiten”. Hoy retorna al cargo y su vuelta encierra toda una simbología: lo hace en un momento de franco crecimiento de contagios y con el irremediable anticipo de una segunda ola que, más tarde o más temprano, se presentará como inminente. ¿Qué ha cambiando en el panorama? ¿Cuál es el plan ahora? ¿Los meses de curva aplanada nos dieron tiempo suficiente para planificar la tarea ante el nuevo embate virósico? Antes de la conferencia de prensa prevista para hoy donde informará sobre la situación sanitaria en la provincia, Francisco Aguilar habló en exclusiva con El Tribuno y estas fueron sus definiciones en un mano a mano para entender el plan sanitario de lo que se viene en la provincia.
¿Cómo analiza su retorno al COE en el contexto de la segunda ola de COVID-19?
Va a ser más difícil que el año pasado porque aquí aparecen varias diferencias. Primero porque no sabemos exactamente qué cepas van a llegar. Estamos preparando el camino para poder en Salta secuenciar el virus y determinar las cepas que llegan al territorio. Esto es tecnología y se puede hacer en el ámbito académico de la UNSa. Eso está en vías de desarrollo y lo vamos a lograr próximamente, pero poder secuenciar el virus y saber qué cepas tenemos será una tarea clave en esta parte de la pandemia. Sobre esa base, la segunda ola se plantea en forma diferente a la primera porque la cepa es distinta. Ahora vamos a tener la de China y la de Manaos que está llegando y tal vez otras que ya están en circulación por el mundo.
¿Qué otra diferencia encuentra con respecto a la primera ola?
En esta oportunidad la economía está totalmente abierta y funcionado y la gente circula como en un año normal y también están las clases de los chicos. Esta ola llega con todo abierto; con casi todas las actividades sociales funcionando, no como el año pasado que estaba todo cerrado y con cuarentena estricta. Además, esta etapa llega también con los hospitales trabajando a pleno con patologías que el año pasado no teníamos prácticamente; patologías no graves, traumas por accidentes en la vía pública que con la provincia en cuarentena había muy pocos. Uno va hoy al hospital y está lleno. Definitivamente estamos encarando una segunda ola que va a ser más difícil que la anterior, pero hay que asumirlo, poner el pecho y colaborar entre todos.
¿Esto anticipa un retorno a las medidas restrictivas para la economía? ¿Un retorno a fases iniciales?
Es importante insistir con esto: la diseminación del virus depende de nosotros, depende de la gente. Volver atrás con la economía y restringir las actividades laborales por ahora está descartado. Buenos Aries está con una ola de 14 mil casos y no cerró la economía. Se cometieron muchos errores, sobre todo en Argentina al cerrar la economía. Ahora nos dimos cuenta que la economía era importante; el trabajo, los negocios, las pyme, la educación. En términos de contagio y mortalidad no fuimos ni peores ni mejores que el resto del mundo, pero hoy sabemos que la economía y la educación son factores clave en pandemia.
Pero el número de contagios crece. ¿En algún momento habrá que tomar restricciones, controles nocturnos o salidas por DNI?
Creo que por ahora hay que seguir más o menos así y si se pone un poco más feo, habrá que empezar a ajustar y generalmente el ajuste viene por la noche, porque es el momento en que salen todos los jóvenes y que saben que son asintomáticos. El control a este efecto lo hicieron en horarios nocturnos y se aplicó en muchos lugares del mundo.
¿Y cual sería el límite para aplicar restricciones?
Hay que ver que índice vamos a usar. No es tan fácil decirlo ahora. Antes hablábamos del índice de ocupación de camas y la tasa de duplicación de contagios que no se usa ahora. En su momento también usamos la cantidad de atenciones del Samec, pero la idea no es restringir: la idea es que cada comercio cuide a sus clientes y que cada escuela cuide a sus alumnos y a sus docentes y que se respeten invariablemente los protocolos.
Si hay economía, también habrá clases presenciales...
La educación es prioritaria. Es tan importante la educación, como la salud y como el trabajo: todo es importante. Mientras se pueda van a continuar las clases presenciales a través del sistema de burbujas. Hay que tratar de no cortar nada. El sistema de burbujas en las escuelas no es malo. Se lo aplica para tener la mayor presencialidad posible de los chicos en las escuelas que es cuando más aprenden. Una cosa es volver a fase uno y otra cosa es cortar las clases. Eso se da cuando un sistema sanitario está totalmente saturado como lo tuvimos en setiembre. Hubo días en que había 2 camas de terapia intensiva en una situación realmente apremiante.
Mencionó que los hospitales están llenos y que esto también dificulta afrontar la segunda ola. ¿Habrá un replanteo sanitario?
El hospital Papa Francisco volvió a funcionar a pleno con COVID. Incluso la escuela que funcionaba en las inmediaciones fue trasladada y ese edificio volvió a quedar como anexo hospitalario. Después del Papa Francisco vamos a activar el Oñativia y el San Bernardo como se hizo anteriormente. La semana que viene vamos a tener reuniones en distintos niveles. Los privados tienen grandes dificultades económicas y han quedado muy golpeados. Siguen atendiendo COVID, pero queremos ver con cuántas camas vamos a contar para la segunda ola. Vamos a pedirle un mayor esfuerzo como lo hicieron el año pasado. Hay que aprestarse a hacer más testeos y verificar la cantidad de móviles y personal disponible en los centros de salud y hospitales no solo de capital, sino de todo el interior de la provincia. Hay mucho por hacer.
El año pasado tuvimos 320 camas UTI solo para COVID y ahora hay que llegar por lo menos a ese mismo número y sabemos que no será fácil, pero hay que hacerlo. La gente se está operando, está en consultas, hay traumas, hay partos y vamos a tener todas esas patologías, más el COVID.
Hablemos un poco de las vacunas. Comenzaron a aplicar a menores de 70 años en Salta y se dice que podrían vacunar a las personas de riesgo sin importar la edad...
La buena noticia es que en Salta ya se vacuna a los trasplantados. Esta semana comenzaron, pero eso depende de la disponibilidad de vacunas.
Pero esto podría generar más polémica sobre las vacunas VIP y a quienes van dirigidas...
No quiero entrar en discusiones de índole política. En Salta se vacuna conforme a la cantidad de dosis que llegan de Nación y lo importante es que se está empezando a vacunar a la gente de riesgo porque en el mundo sabemos que el 80% de la gente que murió por COVID son mayores de 60 años. Hay que vacunar a la gente de riesgo: trasplantados, diabéticos severos, obesos mórbidos, renales crónicos, dializados, VIH, porque tienen riesgo de muerte, pero además porque seguramente colapsarán las UTI en caso de contagio.
No le pido una definición política, pero, ¿piensa que las PASO se podrían suspender?
Si hay contagios fuertes habrá que moverlas y el gobernador lo sabe perfectamente. Pero si estamos con los casos controlados y cumpliendo con los protocolos y las prevenciones del caso, no veo por qué no puedan llevarse a cabo.
FUENTE:
eltribuno.com
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